Y del por qué elijo unas palabras y no otras,
sonoridad o silencio,
sólo lo saben las mismas palabras.
Esther Cabrales (Madrid, 1973). Poeta. Ha cursado estudios de Derecho y de Filología Hispánica que jamás concluyó, porque siempre estuvo profundamente dedicada al sector financiero. Ha publicado Erosión (Renacimiento, 2017), Cuerpos (Renacimiento, 2019), Animal (Torremozas, 2021), Lengua muerta (Páramo, 2021), Mondo (Bajamar, 2024). Poemas suyos han sido incluidos en antologías nacionales, como son Rojo Dolor (Renacimiento, 2021), Distopía en femenino (Elenvés, 2023).
U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...
9 comentarios:
Eso es una excusa
para evitar justificarte.
que lo sepas.
Probablemente Dsnilac tenga razón. No obstante de manera poética podemos pensar que algunas palabras eligieron te eligieron para darse a conocer.
A veces pienso que son las palabras las que nos eligen, las que deciden venir hasta nosotros e instalarse en nuestros versos. Un beso guapa.
Estoy de acuerdo con Marisa. Hay palabras que se nos pegan a las espalda, otras al hígado, al estómago, a la garganta, al pecho... Dependiendo de con qué parte de nuestro cuerpo decidamos escribir ese día, brotan unas u otras.
Gran puñado de verdad, ruido y silencio, pero ambos siempre con palabras a punto de brotar, escondidas, muy atrás y/o demasiado delante.
Busquen, busquen por favor a Ada Salas
Las palabras tienen identidad y personalidad. Como dice Jonathan Richman, "Si las palabras quieren venir que vengan, y si no, que no" (versión primigenia de "Es como el pan": http://www.goear.com/listen.php?v=5eb57c6)
Vaya regalo Sergi :-)
Pues sí, siempre escribo con una canción de fondo repitiéndose una y otra vez. Me ayuda a mantener el tono... aunque a veces "cante" demasiado
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