miércoles, octubre 15, 2008

Opciones que tienen que ver con esa raya llamada horizonte

Podría nadar y nadar. Nadar a contra corriente. Nadar hasta la extenuación. Dirigir la mirada hacia aquella línea llamada horizonte y no cejar en el empeño. Hasta conseguir alcanzarla. Tocarla.

Pero también podría dejar de mover los brazos y las piernas. Quedarme flotando como un pedazo de corcho, oscilando arriba y abajo, viendo cómo sube y baja aquella línea llamada horizonte, allí lejos. Siempre lejos. Y simplemente, observarla.

Amar siempre

A veces me sucede que tengo tantas cosas que decir, que no sé bien por dónde empezar y, finalmente, no digo nada. Digo decir cuando quiero d...