viernes, mayo 20, 2011

La barquita

Bajo una gran tormenta de reproches y vaivenes la barquita naufragó, llevando un bebé en brazos hasta el salón, donde el gran dios del hogar leía el oráculo y bebía la cebada de la antigua mitología, ignorando su pesada sombra y el agua que aún brotaba de sus amoratados ventanucos.

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...