miércoles, octubre 28, 2009

Cut up

Cut up. Eso sucede mientras me construyo. El señor de las moscas y la literatura del Siglo de Oro. Así son las cosas. Un poco de todo. Nada. Entretanto, El gran cuaderno con su portada anticuada y sus hojas amarillentas. Por fin he podido comprobar lo que es una librería de viejo. Ese olor rancio. Y el punk. Que me gusta en sus inicios pero después se vuelve cliché. O el perfil de Julien Temple tan poligonal, perfecto para ser dibujado. El color negro briznando mi cara. Y sueño con Where the wild things are. Sueño que tengo un mundo como aquel. Sólo tengo que cerrar los ojos para verme dentro. No puedo parar de repetir la pobrecilla mesa. Sublimar lo ínfimo. Veo la película basada en el libro de William Golding y me decepciono. Ralph no era tan buen chico ¿y dónde la plataforma rosa? Ni rastro de ella. Así son las cosas. La montaña rusa ha comenzado a girar.

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...