viernes, junio 17, 2016

Pedazos



-Me temo que la parte que a ti te sobra es la parte que me falta a mí, expuso el rostro con boca pero sin ojos.


El rostro sin boca abrió mucho los ojos asintiendo.

La oreja, al margen, escuchaba atenta lo que allí se decía. No comprendía del todo dada su ineptitud.

Sólo faltaba un cuerpo donde adaptarse. Eligieron a una mujer que atendía cariñosamente a su bebé en el jardín. Los tres pedazos orgánicos abrazaron, en orden, el rostro de la mujer que, extrañada al principio, pronto adoptó un nuevo carácter, dándole una violenta e impetuosa orden al bebé para que dejase de llorar.

El bebé aún lloró más, si cabe, al no comprender lo que le indicaba aquel adusto hombre desconocido.

Irás naciendo poco a poco

Tal vez la vida sea sólo eso. La lectura de aquel libro. Escribir un verso, probablemente mediocre. Subrayar frases hermosas con marcadore...