jueves, noviembre 12, 2015

regreso, esta vez para quedarme

Regreso,
esta vez para quedarme
en este cielo limpio
de manos abiertas,
sonrisas y besos,
de asedios que hieren dulcemente
y recibo el consuelo de los adioses 
jamás articulados;
los guardo en un estuche al que prenderé fuego durante el ocaso,
y arderán las voces
--¿he dicho voces cuando quise decir silencios?--
los ojos aniquilados,
nuestros corazones prenderán
como el vasto papel escrito y olvidado en un sótano, 
en la soledad de la bandeja de entrada, tal vez 
amontonado en la papelera, junto a las facturas de luz de agua de ofertas de adsl;
el humo, cuerpo sin cuerpo, 
que envuelve y ahoga,
irrespirable 
calará mis sueños,
pues eso es morir y, sin embargo, continuar soñando.

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...