miércoles, septiembre 15, 2010

Rendición
























descubro en mí
a aquellas tan otras
que son yo

la tragedia de la palabra
herida
y su perspectiva de la nada
urdiendo amapolas
con sus coágulos negros –acaso mirlos-
y el cielo rojo
desde un tren cualquiera
-añorando la ciudad abandonada y regresada-

me rindo
a mi entrecortado lenguaje
que en su tartamudez oculta
el miedo
a no ser
a no poder ser

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...