domingo, marzo 22, 2009

Quién,
qué mano
qué voz escribe mis páginas
-pues escribo y soy escrita-.

Mataré esas palabras
callando,
y sólo perteneceré a quien sepa leer mi silencio.

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...