Cuánta gloria encuentra uno bajo las sábanas lavadas, al saberse único en ese templado espacio acotado. Qué pequeño gran triunfo comprender la insignificancia de nuestra existencia en el exterior de la guarida. Donde nadie te recuerda porque eres el único habitante de aquella tierra blanda. Huele bien la soledad a veces. Como a páginas de libro nuevo. A lápiz recién estrenado. A lilas en el mes de abril. Al Paseo de Recoletos atardecido. Huele a colegio a veces. A pasado. Nunca imaginé que diría el ayer. Y lo digo. Lo digo tanto. El ayer. Y me vacío. Y viene mi padre. Que sonríe. Fumando sonríe. Y si no fuma, silba. Y yo canto salto juego. Huele bien la tristeza a veces. Como a geranios en la terraza. A esa colonia fresca para después de afeitar que usaba. Cuánta gloria encuentra uno bajo las sábanas lavadas. Qué alegría no importar.
Esther Cabrales (Madrid, 1973). Poeta. Ha cursado estudios de Derecho y de Filología Hispánica que jamás concluyó, porque siempre estuvo profundamente dedicada al sector financiero. Ha publicado Erosión (Renacimiento, 2017), Cuerpos (Renacimiento, 2019), Animal (Torremozas, 2021), Lengua muerta (Páramo, 2021), Mondo (Bajamar, 2024). Poemas suyos han sido incluidos en antologías nacionales, como son Rojo Dolor (Renacimiento, 2021), Distopía en femenino (Elenvés, 2023).
martes, diciembre 12, 2017
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