si no, sospecharé que me pusistes
en tantos bienes porque deseastes
verme morir entre memorias tristes.
(Soneto X. Garcilaso de la Vega)
Lejos,
tu cabello enredado entre los esqueletos
del camino
y una tiara con crueles flores de polvo adornando tu verdor.
Ya andarás lejos, querida mía,
escucho tu risa coqueteando en otra piel
otra víctima de tus ojos
y echo de menos aquellos días violentos
sobre la cama infectados de alcohol lejos ahora la inocencia
el dolor me devora a bocados
mientras te espero inútilmente en este viejo sofá
solo
tu voz me llega arrastrada por un viento enfurecido de insolencia
el mismo que me arranca esta carne que rechazas con rabia
y escupes
palabras de pasión fingida para beber
sólo para beber
ese eterno esplendor que ya nunca jamás regresará a mi casa.