Yo aquí. Cuánto de mí hay en este mundo, en esta casa, en este cuarto, pregunto. Yo leyendo, yo escribiendo, yo dibujando, riendo con mi hija, charlando con mi hijo, pensando, esperando a mi marido, pensando, pensando. Yo, yo, yo. Me canso. Me harto de mí. Busco refugio en los libros. La lectura es mi hogar. Es un lugar agradable donde siempre puedo volver. Pero escribir ¿qué es escribir? Escribir es exigirme palabras. Palabras justas y necesarias. Escribir es abrir una senda. Internarse en un bosque. Encontrarse entre espantos. Es morirse desangrado. Renacer. Y volver a la senda. Internarse en un bosque. Encontrarse entre espantos.
Esther Cabrales (Madrid, 1973). Poeta. Ha cursado estudios de Derecho y de Filología Hispánica que jamás concluyó, porque siempre estuvo profundamente dedicada al sector financiero. Ha publicado Erosión (Renacimiento, 2017), Cuerpos (Renacimiento, 2019), Animal (Torremozas, 2021), Lengua muerta (Páramo, 2021), Mondo (Bajamar, 2024). Poemas suyos han sido incluidos en antologías nacionales, como son Rojo Dolor (Renacimiento, 2021), Distopía en femenino (Elenvés, 2023).
domingo, octubre 29, 2017
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Adonde te lleve el cabo de un hilo.
U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...

-
El hombre aproximativo , de Tristán Tzara . ... un tronco de árbol puesto sobre el borde fuma todavía espesas nubes y un bosque querría pega...
-
T odo empezó mañana , cuando la niña rica se pregunta, mientras contempla sus dedos de porcelana qué hubiera sido de ella de haber nacido al...