sábado, julio 30, 2016

Silencio

Treinta días de silencio.
Se dice pronto.
En el más absoluto
de los silencios.
Qué luto.
Qué orfandad.
Si, al menos, me llegara
aquí
a mis manos
no digo nada
tan sólo
si sólo fuera eso
fíjate qué poco
una señal, digo
una estrella
aunque estuviera
la pobre
qué lástima
apagada.

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...