miércoles, diciembre 27, 2017

Cuaderno Ático. Otoño /Invierno

Han publicado un poema mío en Cuaderno Ático. Gracias al interés de Juan Manuel Macías, mi poesía habita junto a autores como Juan Andrés García Román, Luis Artigue o Carmen Canet, entre otros.

Aquí se puede descargar la revista en formato pdf. También se puede comprar en el tradicional y precioso papel.

La portada es hipnótica. 

lunes, diciembre 25, 2017

Anne Sexton y la poesía que no le salvó la vida.

Mis antiguos dioses han caído como un juego de bolos. Todo es un caos emocional. La poesía, solo la poesía, me ha salvado la vida.


Anne Sexton 

En el programa de Uniradio Jaén, Baldosas amarillas, dirigido por Isabel Tejada, podéis descargar el podcast del programa emitido ayer, 21 de marzo, día mundial de la poesía, en el que colaboro. Allí mi homenaje a la poeta.



Tengo cuarenta y cuatro años y, a estas alturas del camino, aún no tengo su libro Vive o muere. Tengo muchos otros. Libros difíciles de digerir. De otros autores. Libros-herida. Pero no éste. Y por qué. Por miedo. A qué.  A mí misma. Y a que su poesía me arrolle. A que me parta en dos. A que me destroce por dentro. A que me haga sufrir. Y sí. Conozco su poesía.  Sí. Conozco sus maneras. Sí. Conozco sus intenciones. ¿Puede curar la poesía? Ridículo. Aquí nada cura. Nada salva. Nada excepto uno mismo. ¿Quiere uno salvarse? Esa es la pregunta ¿de qué?  ¿puede uno mismo salvarse de sí mismo? ¿puede uno librarse de sus fantasmas? ¿funciona escribir poesía como terapia? Por favor. No me hagan reír. ¿Puede uno escapar de la muerte saltando a la comba? el arma la tienes en las manos, sólo hay que saber usarla y todos podemos presumir de tener una imaginación prodigiosa. Y si además se está《cansada de ser mujer, / cansada de cucharas y cazuelas, / cansada de mi boca y mis pechos, / cansada de cremas y de sedas》. 

Se escribe para saber quiénes somos. Adónde vamos. Qué necesitamos. Se escribe para tener conciencia de uno mismo. Para alcanzar un grado de conocimiento fundamental, crítico y peligroso por revelador. La vida y la muerte juegan en el balancín del teatro del mundo. Y unas veces se impulsa una, y otras veces, la otra. Hasta que, en algún momento, una de ellas, se queda definitivamente parada y el juego acaba. Y cuál queda abajo, es un misterio siempre. Por ello, la salvación sólo se puede medir en instantes.


domingo, diciembre 17, 2017

Hans Christian Andersen. The dying child.

Donde fracasan las palabras, nace la música.

Hans Christian Andersen.




Hans Christian Andersen escribió este poema en 1827. En él refleja el tono romántico de los grandes poetas de la época, sobre todo de los alemanes.


El niño moribundo.

Madre, estoy cansado, preferiría dormir;
déjame descansar sobre tu pecho enfermo;
pero prométeme que dejarás de llorar,
porque tus lágrimas caen sobre mi mejilla ardiente.

Hace frío aquí, la tempestad enloquece;
pero en mis sueños todo es tan luminoso.
Veo al ángel sonriendo tan amable
cuando desde mis ojos agotados, apagué la luz.

Madre ¡uno de ellos está a mi lado ahora! escucha
¿no oíste el dulce acorde de la música?
¿viste cómo sus alas blancas relampaguean?
Seguramente esas alas le fueron otorgadas por el Señor.

Verde, dorado, y rojo, flota a mi alrededor;
son las flores que el ángel esparció;
¿tendré alas mientras la vida me ha atado?
¿o, madre, me serán dadas a la muerte?

¿Por qué me abrazas como si me fuera a marchar?
¿Por qué presionas tu cara contra la mía?
Tu mejilla arde y fluyen las lágrimas.
Yo, querida madre, siempre seré tuyo.

No suspires así, es malo para mi resposo.
Pero si lloras, debo llorar contigo.
Ah, estoy cansado, mis ojos agotados se están cerrando.
¡Mira, madre, mira! ¡el ángel me ha besado!


Traducido por Esther Cabrales. El poema original.

martes, diciembre 12, 2017

Bajo las sábanas

Cuánta gloria encuentra uno bajo las sábanas lavadas, al saberse único en ese templado espacio acotado. Qué pequeño gran triunfo comprender la insignificancia de nuestra existencia en el exterior de la guarida. Donde nadie te recuerda porque eres el único habitante de aquella tierra blanda. Huele bien la soledad a veces. Como a páginas de libro nuevo. A lápiz recién estrenado. A lilas en el mes de abril. Al Paseo de Recoletos atardecido. Huele a colegio a veces. A pasado. Nunca imaginé que diría el ayer. Y lo digo. Lo digo tanto. El ayer. Y me vacío. Y viene mi padre. Que sonríe. Fumando sonríe. Y si no fuma, silba. Y yo canto salto juego. Huele bien la tristeza a veces. Como a geranios en la terraza. A esa colonia fresca para después de afeitar que usaba. Cuánta gloria encuentra uno bajo las sábanas lavadas. Qué alegría no importar.

sábado, diciembre 09, 2017

TALLER DE POESÍA PARA NIÑOS INQUIETOS.

TALLER DE POESÍA
Colegio Sagrada Familia de Burdeos de Getafe.
4 de diciembre de 2017



A los niños les gusta la poesía. Reciben con placer el ritmo, la musicalidad, el lenguaje y esperan, siempre, con ansia, a que les sorprendan. La poesía para niños, al contrario de lo que creemos, no tiene por qué ser fácil, ni llena de cursilerías o didactismos. No se debe subestimar la capacidad de los niños para comprender un poema. Tampoco creo que sea necesario que lo comprendan a la primera.

A los niños no les aburre la poesía, sobre todo si sabemos cómo introducirla en sus vidas. A veces la lectura del texto no es suficiente; quizás, fuera necesario una lectura coral, palmear el poema, escenificarlo, dibujarlo o jugar a crear otros poemas. Me parece importante que, los niños, aprecien el valor de la poesía, como pueden apreciar el valor de la música. Por qué será que éso no nos parece tan difícil, ni tan extraño. ¿Por qué la poesía es tratada como algo remoto y complejo? ¿acaso innecesario? ¿tal vez ridículo? Oh, espero equivocarme. 

Creo que es nuestra responsabilidad, ayudarlos a disfrutar de ella, a descubrir, en un poema, más de lo que el poema pudiera decir; ir más allá. Acercar este tipo de literatura a los niños sirve para enriquecer su vocabulario y, sin duda, para ampliar su poder de imaginación.

Sería hermoso que, gracias a nuestra ayuda, les hiciéramos lectores de poesía. Sería hermoso, sí.


Pero ¿cuál es la buena poesía para niños?

La buena poesía infantil debe ser musical, breve, sencilla y estéticamente literaria.

1. Musicalidad. Ritmo y rima. Sonidos y acentos. Que sea sonoramente cercana al canto.
2. Brevedad.
3. Sencillez. Ideas que el niño pueda comprender. Que lo sorprendan y asombren.
4. Estética literaria. Huyendo de lo vulgar.






María Elena Walsh

Con esta
moneda
me voy a
comprar
un ramo de
cielo
y un metro de
mar,
un piso de
estrellas,
un sol de
verdad,
un hilo de
viento
y nada más.



La poesía es la música y el baile de las palabras.

La poesía cuenta emociones.

La poesía expresa la belleza.


Llevemos hasta nuestros niños los poemas de Maria Elena Walsh, Amado Nervo, Jairo Aníbal Niño, Federico García Lorca o Juan Ramón Jiménez. Y observemos su mirada. Con eso basta.

jueves, noviembre 30, 2017

Erosión.

(Presentación del libro Erosión el día 29 de Noviembre de 2017 en la librería Nakama Lib.)

Quería recordar las palabras de Roberto Juarroz en torno a la poesía. Dicen así:

"Una palabra es todavía el hombre.
Dos palabras son ya el abismo.
Una palabra puede abrir una puerta.
Dos palabras la borran".

Esto explica, en cierto modo, que Erosión haya sido escrito valiéndome de muy pocas, escasísimas palabras. Sin artificios. Sin hacer piruetas. Sin ser pretenciosa o tratando de no serlo. Nada de doble salto mortal. Ni redoble de tambores. Sólo palabras esenciales. El verso corto y el ritmo me daban la pauta. Abrían el camino. Yo sólo caminaba sintiéndome cómoda en ese, por qué no, viaje iniciático hacia la batalla contra mis propios fantasmas.

Se trata de un discurso interior, un soliloquio paranoico, reiterativo, acometido con la vana intención de aplacar una tristeza; impedir, de algún modo, que se instalara en mi geografía, dentro de mis límites. Evitar que se erigiera reina y se quedara para siempre aquí, creando un estado emocional anómalo y algo esquizofrénico. De ningún modo echarla, sino, digamos, tratarla como ella necesita, darle su lado, con mucha mano izquierda, hasta dulcificarla como el arrope, pero mantenerla a raya.

La idea central del libro es la soledad o al menos eso creo, que si bien no es una emoción alegre, sí que alberga otras que son positivas, como la fuerza, el orgullo o la resistencia ante la adversidad. Porque sí, Erosión es un libro triste.

No me refiero a la soledad física, sino a la otra soledad, la peor de todas. Ésa que arremete cuando la muerte hace acto de presencia. Esa soledad egoísta que te engulle aunque todo a tu alrededor parezca abrazarte.

Después me percaté de que, cada poema, era un objeto. Un objeto atravesado de angustia, pero objeto. Comprendí que, los versos, por sí solos, no decían nada. Coges un verso, lo lees y nada. Qué poca cosa. Ésa es la verdad. Pero esa concepción de pequeño artefacto que estalla en los labios, me sedujo hasta el punto de necesitar más. Un poema más. Y otro. Y otro más. Era, de algún modo, trabajar la nanoingeniera emocional de la histeria. Ahondar en mí misma. Tratar de explicarme. De entenderme también con las palabras justas y necesarias. Expresar sentimientos indecibles con palabras que ya fueron sin darse cuenta o nunca las dejé ser. O no quisieron ser, pero ahora pujan por serlo y son primicias. Palabras que, con su simpleza y su nitidez, ocuparían -u ocupan- lugares excelsos, como lo es un poema.




Erosión es resutado, no sólo de mi apremiante necesidad de decir, sino también de la pasión que Andrés García Cerdán puso para que enviara el borrador, como poco a Marte, porque de lo contrario, lo haría él mismo a pie, o a la pata coja si así se lo exigieran; y no existiría, sin la lectura atenta de Abelardo Linares, en adelante, el editor, que no dudó de mi libro, y eso me hizo dudar a mí; y desde luego, nada hubiera sucedido aquí, en Nakama, de no ser por la ayuda de Juan Bonilla que, pacientemente, ha ido resolviendo, con humor, todas y cada una de mis angustias, por la de Alfonso Brezmes, que sabe cómo mantenerme calmada porque es la quietud hecha persona y, finalmente, por la de Ángel Petisme que, desde un primer momento, no puso objeciones en ayudarme, sin saber quién era yo, si una primeriza o una asesina en serie. A todos ellos, mi más sincero agradecimiento.

jueves, noviembre 23, 2017

La noche en tu boca.

El pasado día 22 de noviembre de 2017 intervine en el programa Baldosas amarillas, dirigido por Isabel Tejada desde Jaén. Cuento con una sección, a la que he dado el nombre de La noche en tu boca, título extraído de uno de los versos que Joyce Mansour nos dejó escritos. Dejo aquí el borrador completo de mi intervención, para poder recordarlo con el tiempo y, además, dejo el link del podcast que Uniradio Jaén ha colgado en su web. 

No sabría vivir
Sin ardiente deseo
Ni barca
Para
Mis
Noches
Blancas



Parece increíble que, en un mundo tan lleno de información como el de hoy, aún no se conozca bien, ni tan siquiera regular, la inquietante poesía de Joyce Mansour. 

Egipcia y judía, nacida en Inglaterra, pero con residencia en París.

De una extraña hermosa belleza.

Corredora de fondo y especialista en salto de altura.

La oscura poesía de Mansour nos revela un mundo extraordinariamente bello y terrorífico.

Los pies dolientes
Las manos atadas
El vientre colgando
Sin voz para gritar
Tú te acomodas en mi aplacado cuerpo
Para frecuentar mis insomnios.

Se unió al movimiento surrealista francés donde conoció a André Breton y al que le unió una honda amistad. Joyce Mansour se pasó toda su vida esquivando una enfermedad que alcanzó prematuramente a su primer marido y a su madre, y finalmente, a ella misma. 

Su poesía es violentamente erótica, una mezcla de placer y dolor.
Versos lacerantes y lapidarios,
auténticas parábolas de obsesión morbosa, con alusiones escatológicas y crueldad sin fin, hacen de la intensa obra poética de Mansour un ejemplo del ideal surrealista de la "vida inmediata" hecha carne y llevada al extremo. 




Sé que los que mueren durante el coito se transforman y aprenden de nuevo a sufrir
Cuando la luna saca su verga de ojos de lluvia
Se restriegan sobre sus llagas y parecen desfallecer
Poseídos por el vacío
Discolados perdidos
Ocupan el aire con sus miembros abren sus bocas gritan
Brotan perlas de sus hermosos muñones
La leche mana
Mas una fina lluvia infla los cielos en los que nada la podredumbre
Ahogando a los muertos de endomingados ojos
Ahogando a los tiranos que se disputan la eternidad
Haciendo que hombres y bienes
Mujeres niños hombres perros perros con cabeza de hombre
Todos esos perros de hombres
Esos bienes de hombres
Floten en la fibrosa sopa
De la nada

Gritos, Desgarraduras y Rapaces, son tres de sus poemarios que no dejan lugar a dudas: erotismo en carne viva, impúdico y cargado de simbolismo.

Déjame amarte
Me gusta el sabor de tu sangre espesa
Que tanto tiempo conservo en mi boca desdentada.
Su ardor me quema la garganta.
Me gusta tu sudor.
Me gusta acariciar tus axilas
Chorreantes de dicha.
Déjame amarte.
Déjame lamer tus ojos cerrados.
Déjame agujerearlos con mi lengua puntiaguda
Y rellenar el hueco con mi saliva triunfante.
Déjame cegarte.



Su poesía es un grito que te sacude y zarandea, de la que ella misma dejó escrito "Fui al cementerio para asistir a un entierro musulmán. De repente, una mujer se puso a gritar. El grito, grave, nacía en el vientre, y poco a poco se volvió más agudo, hasta estallar; parecía surgir desde la cima del cráneo... Era terrible. He ahí la poesía. Yo escribo como esa mujer gritaba".


(Dejar que la música de Grasshopper llene este espacio)



Quieres mi vientre para alimentarte.
Quieres mis cabellos para saciarte.
Quieres mis riñones mis senos mi cabeza afeitada
Quieres que lentamente lentamente muera,
Y que al morir murmure palabras de niño.

"Hay un lenguaje inmediato, balbuciente, fragmentario, hecho jirones, del sexo, del frenesí, del cuerpo masculino vicioso y del cuerpo femenino desplumado, de la noche y del alba, de las camas deshechas, de la cama-cloaca y de la cama-infierno, de las lagrimas de deseo, de los gritos de placer, de la sangre espesa, de las axilas chorreantes de dicha, de las crucifixiones y hasta de la necrofilia, de las medias y de los corsés, de las espaldas femeninas arqueadas por los sueños de los hombres. Pájaros también. Y moscas. Y féretros. Y la muerte siempre." 

Eugenio Castro, es traductor de la poesía de Mansour.



Tus manos hurgaban en mi seno entreabierto
Rizaban mis rubios rizos
Me pellizcaban los pezones
Hacían crujir mis venas
Coagulaban mi sangre
Tu lengua se hinchaba de odio en mi boca
Tu mano marcó mi mejilla con la señal del placer
Tus dientes dibujaban en mi espalda juramentos
La médula de mis huesos se escurría entre mis piernas
Y el coche corría por la carretera orgulloso
Atropellando a mi familia a su paso.



Lo mejor que podemos hacer para conocer su febril poesía es leerla sin miedo, acoger sus oraciones y dejar que nos purifique en su círculo del infierno.


Nota: Todos los poemas que aparecen pertenecen a Joyce Mansour y han sido copiados del libro editado por Ediciones Igitur.

miércoles, noviembre 08, 2017

domingo, octubre 29, 2017

Yo aquí.

Yo aquí. Cuánto de mí hay en este mundo, en esta casa, en este cuarto, pregunto. Yo leyendo, yo escribiendo, yo dibujando, riendo con mi hija, charlando con mi hijo, pensando, esperando a mi marido, pensando, pensando. Yo, yo, yo. Me canso. Me harto de mí. Busco refugio en los libros. La lectura es mi hogar. Es un lugar agradable donde siempre puedo volver. Pero escribir ¿qué es escribir? Escribir es exigirme palabras. Palabras justas y necesarias. Escribir es abrir una senda. Internarse en un bosque. Encontrarse entre espantos. Es morirse desangrado. Renacer. Y volver a la senda. Internarse en un bosque. Encontrarse entre espantos.

lunes, octubre 23, 2017

Carne cruda

Y aún despierto
con la lengua pegada
al último sueño a la fiebre a la mancha
de sangre al lápiz que desdibuja
tu imagen al miedo tan miedo
al terror de ver cómo no estás
aún estando a mí
sobre todo a mí a mis pesadillas
a Satie al sonido de las estrellas cayendo
a la noche tan lejana
a mis ojos de carne cruda
a que el día siga sucediendo a la noche
como si nada
a irme de mí como si nada
de ti como si nada
de todo como si nada.

jueves, octubre 19, 2017

Islandia

Dices ser
como aquella isla remota
a la que se desea ir.
Te pones retórico
y a mí me da
por  fijar la vista en una baldosa
y pensar
que aquella isla no existe
que se trata tan solo
de mis brazos
tocando
la membrana que envuelve mi cuerpo.
Ya sé.
Ya sé lo que quieren.
Mis brazos quieren rasgarla
que el aire entre
que se llene mi boca
mi tráquea mis pulmones
de anhelo.
Le doy un bocadito
al bizcocho artesano que compré en el súper
y acaricio un libro de Novalis
que sugiere
algo como que aquella isla
no somos nosotros
si acaso otro mundo
en la cabeza del mundo
como una isla solitaria
rebotando en los límites
de una videoconsola.
Sigo arañando la membrana
que cede y se estira
sin llegar a romperse.
Se deforma.
De repente
un líquido pastoso de palabras
cae sobre mi pecho
como fango de isla de mundo de noche.
Y no soporto
que te pongas retórico
escúchame bien
a estas horas
no lo soporto.

martes, octubre 10, 2017

Poetas

He leído
en un recorte de prensa
una oferta
de ama de cría
para amamantar
a los lactantes impedidos
por sus madres y sus corsés;
las nodrizas
les ofrecen su pecho
rebosante y tierno,
como una fruta tropical
recién caída del árbol.
Es martes,
es 1880
y tal vez,
casi dos siglos de distancia
no sean tan distintos a hoy;
ellas ofrecían su leche,
templada y dulce,
nosotros, ¡oh, nosotros!,
nuestro más hondo y profundo
estupor.

domingo, octubre 01, 2017

Me rompo.

Ignoro el papel que hago.
Sólo sé que es mío,  no intercambiable. 
De qué va la obra,
debo adivinarlo sobre el escenario. 

Wislawa Szymborska



HOY nos rompemos. Me rompo. Te rompes. Y continuamos rotos. Mutilados continuamos. Vemos la televisión. Leemos el periódico. Apuntamos en una libreta. Dibujamos. Escribimos creyendo que así desaparecerá el mundo. O que el mundo será otro. Un mundo dentro de otro mundo. Una cabeza dentro de otra cabeza. Un corazón en la cabeza del mundo. Escuchamos Orphée. Do you love this man? Yes. Nos golpeamos. Unos cuerpos golpean a otros cuerpos. No existe una pérfida voluntad. Sólo supervivencia. Ciegos avanzamos. Brazos, piernas. Duele. Dolemos. Dolor. Hay una música. Hay una luz. Qué o quién alumbra este camino. Romper la piedra para dotarla de forma. Destruir para crear. Terrorífica premisa. Rompo. Cómo romper. Ahora un violín. Un piano. Duele. Duele tanto lo que es hermoso. Duele tanto que lloro. Llorar. Llorar tanto que duele. Abrazo. Extiendo los brazos. Voy sin camisa y extiendo los brazos. Espero. Espanto. Ahora un piano. Me rompo. Te rompes. Me rompo. Caigo al suelo. Silencio.



domingo, septiembre 24, 2017

"La muerte era tierra incógnita. No había mapas para adentrarse en ella. Comprendí que mi obligación era romper el sortilegio y entrar, aunque fuera a ciegas."


Joan Didion




DICEN que nos cuesta hablar de la muerte. En realidad, lo que he leído es que es a los americanos a los que les cuesta hablar de la muerte. Menos mal, yo no lo soy. Pero pregunto, ¿hablar de la muerte o hablar de los muertos? Porque hablar de la muerte es como hablar de los extraterrestres. Hablar de lo que no se conoce. De lo que no se ha vivido. De lo que no se ha experimentado mas que como simple espectador. Sin embargo, sí podemos hablar de los muertos. ¿Quién no tiene un muerto? ¿Es de los muertos de lo que nos cuesta hablar? A mí me cuesta hablar de ellos. Me cuesta porque me duele. No hablo de los muertos pero siempre están presentes en mi poesía. Mi padre siempre está presente en lo que escribo. Esa herida que no se termina de cerrar aparece una y otra vez en todo lo que hago. Y leemos a decenas de autores que hablan de los muertos. Escriben sobre ellos. Sobre sus vidas, sobre sus muertes. Escribir es ponerse una venda, una loción sanadora, es el último punto de sutura. Escribir sobre los muertos es el único modo que tenemos de decirles que los queremos. De mantenerlos vivos en nuestra memoria. De pedirles perdón. De acompañarles. De acompañarnos. De alargar todo lo posible la despedida para que nunca se terminen de marchar. 

Cuesta hablar de la muerte porque no sabemos nada de ella, salvo el dolor de haber vivido la pérdida. Cuesta hablar de lo que sentimos cuando no sentimos nada más que dolor. Cuesta hablar cuando la palabra es un grito. Un alarido. 

viernes, septiembre 22, 2017

Qué

¿Y qué
si todo esto nos aniquila?
¿y qué
si se suicidan nuestras bocas?
¿qué cosa tan tremendamente abominable
qué mal
podría hacernos
un triste e imbécil beso?

domingo, septiembre 17, 2017

John Ashbery




Hace un día tan bonito que tenía que escribirte una carta
desde la torre, y para decirte que no estoy enfadada:
lo que pasa es que resbalé en la pastilla de jabón del aire
y me ahogué en la bañera del mundo.
(...)

viernes, septiembre 15, 2017

Western

Ese instante
en el que crees
que en aquel lugar
no se te ha perdido nada
y entonces regresas a casa
con un sentimiento entre desdén y alegría,
enciendes el televisor
y te enganchas a un western
en tono crepuscular
donde un moribundo
con un hilo de sangre
cayendo de su boca
apenas balbucea ya su muerte
mientras olvidas
contemplando esa agonía
que ocupa toda la pantalla
de cincuenta y cinco pulgadas
lo insignificante
de lo acontecido hoy,
lo que te ha decepcionado
en definitiva
la vida.

(...)

Todas estas muertes,
estos otoños
cubriendo mi cama.
Esta tristeza
que como una sombra
indecible
se aproxima sigilosa.
Que se tumba a mi lado,
que quiere quedarse,
que se queda.

domingo, septiembre 10, 2017

Poema soñado

Escucho mi nombre,
no de su voz
sino de su letra
y yo la escucho
leyéndola
con ese rumor que me habita
en lo más hondo,
pronunciando cada sílaba
escucho mi nombre
de su letra escrita con su viva voz,
ésa que ya casi no recuerdo,
cualquiera creería está muerta,
me trasmuto en su persona
adopto sus gestos vocales
y leo lo que está escrito
que es mi nombre con su voz,
o lo que recuerdo que debe ser su voz,
lo leo una y otra vez,
lo leo
y mis músculos tiemblan por dentro
como si una nueva vida
despertara
y no despierta, sino que se despatarra
la melancolía por qué
no estás sólo mi nombre está
que leo,
lo leo una y otra vez
y escucho mi nombre
no de su voz,
sino de su letra
que escribió con su voz,
y la melancolía,
otra vez la melancolía.

martes, agosto 29, 2017

Estación de Poesía #11


Me gusta el número 11 porque es el número atómico del Sodio, porque la Estatua de la Libertad está asentada en una base geométrica que es una estrella irregular de 11 puntas, porque  es una cifra maldita, pecaminosa e incompleta, que está entre el 10 (perspectiva humana) y el 12 (perspectiva cósmica), (ya sé que es difícil superar eso), pero sobre todo me gusta porque es en el número 11 de la Revista Estación de Poesía, esa  tan preciosa que dirige Taravillo, desde la Universidad de Sevilla -al que le reitero mi agradecimiento- donde aparece un turbador poema mío que, además, pertenece a mi libro Erosión. Muy feliz de estar ahí.

viernes, agosto 25, 2017

Virginia Woolf

¿Quién sabe lo que somos, lo que sentimos?

¿Quién sabe, ni siquiera en el momento de la intimidad, si esto es el conocimiento?

¿No se echan a perder las cosas al expresarlas?

domingo, agosto 20, 2017

Kavafis

Es un viejo.
Agotado, encorvado,
vencido por los excesos y los años,
por la calleja avanza con pie lento.
Sin embargo, cuando entra en su casa para esconder allí
su ancianidad y su miseria, piensa
en todo la que aún comparte con él la juventud.

Los jóvenes recitan sus versos.
                                          Las imágenes
por él creadas ahora encienden sus ojos.
Su sano y voluptuoso espíritu,
su cuerpo hermoso y firme aún, se conmueven
con la expresión que él diera a la belleza.

Versión de José Ángel Valente

jueves, agosto 17, 2017

Admite
que ha muerto la niña
que algún día fuiste.

Reconoce
lo humillante
que es el amor.

viernes, julio 21, 2017

Herta Müller

La historia, ¿qué es la historia? Hoy, casi a diario, vivimos cosas sobrecogedoras en todo el mundo, y a veces pienso, que eso también algún día pasará a llamarse historia. ¿Pero quién interpretará todo esto y de qué manera? La soberanía interpretativa, ¿quién la tiene? Se dan enormes conflictos por las interpretaciones diferentes de las cosas.

miércoles, junio 28, 2017

Erosión

Erosión  es el resultado de un minucioso ejercicio de escritura, de corrección, de síntesis, de contención, de reescritura, de lectura  atenta y de insistente escucha. Es el arduo trabajo de encauzamiento de mi voz buscando la salida, de mi voz encontrando un salvoconducto, de perseverancia, de respeto. Y me estoy agradecida, sí, a mí, no os miento, por haber sabido aprovechar el torrente de mi tristeza y de mi rabia, en un libro como éste, que espero sea también vuestro libro. Sobra decir que estoy muy emocionada. En fin, la criatura viene de camino. Yo ya he salido de cuentas.

Septiembre 2017. Ed. Renacimiento 

sábado, junio 24, 2017

Carlos Frontera.

《No tiene sentido dejar de quererse. Es un disparate dejar de quererse, una
aberración. Que hayas querido tanto y ya no. Que te hayan querido tanto y ya no.》

jueves, junio 22, 2017

Selva Negra

Ella sueña con peces
en el interior de un cubo de estaño;
con frutas dulces
que engulle y sorbe y ríe.
Sueña que salta
a la cuerda que canta
que hace un fuego que oye
una bomba
que parece explotar.
Ella sueña
que es fugitiva
que cruza la Selva Negra
que se oculta en un cobertizo
que un joven le toca los muslos
la mugre y sube
que se estremece huye
tiembla y llora sin ser
casi ella
casi nadie
casi nunca.
Ella sueña
una vida de ceniza
y aquel joven
bien podrías ser tú.

viernes, junio 16, 2017

Lo desconocido
lo que nos habita
con el sigilo de una célula maligna
y que apenas sólo relampaguea
en esta terca búsqueda inocente
de nosostros mismos
atravesándonos la garganta
dejándonos
sin habla.

miércoles, junio 07, 2017

El bosque

Para comprender mi tristeza 
habría que quemar, al menos, un bosque,
devastarlo,
dejarlo sin verdes, sin ocres, sin vida.
Arruinarlo a conciencia,
destruir árboles centenarios arrasar
sin remordimientos,
a los cantores petirrojos
hacerlos volar
erráticos
y después,
contemplar el desastre
largamente
con ojos limpios,
contemplarlo sabiendo
que tarde o temprano
brotará de la nada la rama
del silencio el canto,
aunque pasarán años,
lustros, décadas,
siglos tal vez,
para cuando el bosque
vuelva a ser bosque,
pero bosque al fin.

viernes, mayo 26, 2017

sábado, abril 29, 2017

Tanto

Tanto se ama,
tanto y tan en balde,
que uno podría creer
que no hubiera fondo.
Pero lo hay,
y se llega,
y se acaba.

domingo, abril 23, 2017

Gloria Fuertes

Miedo da a veces coger la pluma y ponerse a escribir,
miedo da tener miedo a tener miedo,
yo por ejemplo que nunca temí a nada,
pudiera ser que un día sintiera frío,
un frío nuevo que no le da el invierno.
Es malo que te corten las alas con un palo.
Es duro que los niños no te entiendan.
Es bastante difícil ser feliz una tarde
y lo mejor para sufrir es tener una viña.
Qué mal sienta la angustia si estás desentrenado.
Cómo te quema el pelo la gente que te grita.
Es lamentable y cruel que te roben el aire.
Afortunadamente esto durará poco
y lo otro, lo otro puede ser infinito.

Carson McCullers

-Empiezan por el revés del amor. Empiezan por el punto crítico. ¿Te das cuenta de por qué es algo tan desgraciado? ¿Sabes cómo deberían querer los hombres?
El viejo alargó la mano y agarró al chico por el cuello de la chaqueta de cuero. Le sacudió suavemente y sus ojos verdes miraron hacia abajo sin pestañear, graves.
-Hijo, ¿sabes cómo debería empezarse el amor?
El chico seguía sentado, pequeño, callado, tranquilo. Poco a poco movió la cabeza. El viejo se acercó más y murmuró:
-Un árbol. Una roca. Una nube.

jueves, marzo 30, 2017

Alejandra Pizárnik

《Una de las frases que más me obsesiona la dice la pequeña Alice en el país de las maravillas: – «Sólo vine a ver el jardín». Para Alice y para mí, el jardín sería el lugar de la cita o, dicho con las palabras de Mircea Eliade, el centro del mundo. Lo cual me sugiere esta frase: El jardín es verde en el cerebro. Frase mía que me conduce a otra siguiente de Georges Bachelard, que espero recordar fielmente: El jardín del recuerdo- sueño, perdido en un más allá del pasado verdadero.》

lunes, marzo 20, 2017

Julio Cortázar

... nosotros somos como las comedias cuando uno llega al teatro en el segundo acto. Todo es muy bonito pero no se entiende nada. Los actores hablan y actúan  no se sabe por qué, a causa de qué.

martes, marzo 14, 2017

Juan Gelman

Nota XXVII 

de lo posible a lo probable/del 
sueño a la realidad hay como 
mares/playas nocturnas donde 
animales de pico descarnan 
formas mojadas por los jugos 
del corazón/así/viajamos 
del pecho al seco sol que dora 
la maravilla/o existir

lunes, marzo 06, 2017

Frida Kahlo

"La pintura ha llenado mi vida. He perdido tres hijos y otra serie de cosas que hubiesen podido llenar mi horrible vida. La pintura lo ha sustituido todo. Creo que no hay nada mejor que el trabajo".

martes, febrero 21, 2017

Samuel Beckett. Something there

Hay algo allí
dónde
ahí fuera
fuera dónde
afuera
qué
la cabeza qué más
hay algo ahí en algún lugar fuera
de la cabeza
se ha esfumado
el débil sonido  tan breve
y el mundo no se desnuda
el ojo
se abre de par en par
tan de par en par
que hasta el fin
nada
lo cierra de nuevo
entonces el tiempo extraño
afuera
en algún lugar ahí fuera
así como si
como  si
algo
no la vida
necesariamente

Pésima traducción. El original aquí

lunes, febrero 20, 2017

《poema sin título 》

Yo querría
ser un gato
para atrapar rayos de luz
con las patitas
defenderme
de las sombras
que acechan
correr de lado
como en una danza griega
al escuchar la dulce melodía
de un chalimeu.
Yo querría
ser un gato
noble y hermoso
un raro gato egipcio tan puro de blanco
para jugar
abiertamente
con tu cuerpo sin vida
ante la mirada del mundo
sin que nada pasara
sin que absolutamente nada
cambiara
y así desertar
por fin desertar
desertar
de la palabra,
ser libre
por fin
ser libre.

sábado, febrero 11, 2017

Elizabeth Bishop




El arte de perder no es difícil de dominar;
demasiadas cosas parecen tan colmadas en el intento
de perderse que su pérdida no supone un desastre.

Pierdo algo cada día. Acepto el aturdimiento
de perder las llaves, la hora malgastada.
El arte de perder no es difícil de dominar.
Entonces practico perder aún más, más rápido:
lugares, y nombres, y donde dijiste que viajarías.
Nada de esto supondrá un desastre.

Perdí el reloj de mi madre ¡Y fíjate! mi última pérdida, o casi,
mis tres adoradas casas.
El arte de perder no es difícil de dominar.
Perdí dos ciudades amadas. Y un vasto  reino que me pertenecía,
dos ríos, un continente.
Los añoro pero no supuso un desastre.

Incluso perderte a ti (tu voz bromista, un gesto que adoro) no habré mentido.
Es evidente que el arte de perder no es difícil de dominar
aunque escrito pueda parecer todo un desastre.

Versión mía. El poema original está aquí

sábado, febrero 04, 2017

Fernando Pessoa

No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.

Ventanas de mi cuarto,
de mi cuarto de uno de los millones de gente que nadie sabe quién es
(y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?),

(el resto del poema aquí)

sábado, enero 14, 2017

jueves, enero 12, 2017

Paul Valéry

Lo siento, amor, pero no, no son flores, 
rosas no son, ni crespos crisantemos, 
son versos que imaginan que me amas, 
versos sin más, tontos como las lágrimas.

martes, enero 10, 2017

Jean Paul Sartre

Voy a sobrevivir a mí mismo. Comer, dormir, dormir, comer. Existir lentamente, en voz baja, como estos árboles, como un charco de agua, al igual que el banco rojo en el tranvía.

domingo, enero 08, 2017

Clarice Lispector

“Soy inquieta y áspera y desesperanzada. Aunque amor dentro de mí, eso sí lo tengo. Pero no sé usar el amor. A veces me araña como si fuese una garra.” 

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...