Y fue el ciego, que caminaba a pasos cortos, con ayuda de su delgado bastón y de aquel nervioso repiqueteo a izquierda y derecha, clic clac clic clac, el único que vio lo que se nos venía encima.
Cuaderno de apuntes de ESTHER CABRALES
Las ilustraciones que aparecen en este blog son fruto de la autora.
jueves, mayo 19, 2016
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