Tras una intensa tarde de álgebra y literatura, de ejercicios incomprensibles, quiso el niño averiguar la procedencia de aquella luz que le distraía, y rebuscando en la papelera, entre gurruños de papel y restos de sacapuntas, apareció aquel huevo de unicornio.
Cuaderno de apuntes de ESTHER CABRALES
Las ilustraciones que aparecen en este blog son fruto de la autora.
martes, mayo 17, 2016
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