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6 comentarios:
Ay, querida. Siempre hay un toque de amargura en tus anónimos que me desasosiega.
Me gusta, mucho. Me gusta que sea un collage, también, y que se pueda leer como uno quiera, en varias direcciones, es decir, que sea un poema melancólico y lúdico (así, bien esdrújulo) que contiene múltiples poemas. Y el papel cuadriculado de fondo del que se escapan las palabras, como si hubieran salido de una jaula. Es para llevarlo en el bolsillo y y acariciarlo con la punta de los dedos, como a un pájaro. Un abrazo fuerte, Esther.
Nos detenemos un instante en la crucifixión de los dioses y la poesía del universo. Lo justo como para tomar aire y seguir el camino.
Abrazos
Dani, ya me conoces, sabes que llevo el dasasosiego en los bolsillos.
Me debes una cita.
Mariel, mis collages siempre arañan algo mi conciencia. Esa mezcla de plagio y reciclaje es como un veneno que me quita el sueño pero del que no puedo desprenderme.
Y tienes razón, salen de una jaula. Una vez que fueron escritas, quedan atrapadas en ese periódico, que muchas veces termina manchado de grasa o café, incluso en alguna ocasión, pueda que sirva para hacer cucuruchos para los churros. Y yo me dispongo a salvarlas. Si se puede hacer una lectura distinta de ellas, aunque sea vagamente, me vale.
Stalker, verle por aquí me emociona. Es como si viniera a verme un pequeño dios de la humanidad, eso sí, sin crucifixiones que valgan.
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