Este frío invierno se adhiere a la piel
como una musaraña precipitada,
dibujando los contornos de mi cuerpo
a golpe de uña y hiel.
Mis límites absurdos de triste enero
se confunden con el vaho de tu boca
cuando auspicia alguna promesa remota.
La lluvia siempre me recuerda a muerte.
A padres.
La nieve siempre me despierta un dolor obsceno
que palio con tu cuerpo desnudo y cálido,
al que recibo entre sábanas y susurros
con la avidez de un recién nacido.
Este frío de enero se pega a la piel
como la seda roja a la porcelana.
Así es como limita mi cuerpo
con la entristecida lejanía
de este invierno cruel.
11 comentarios:
Uncuerpo paa abrigarnos en este crudo invierno es el mejor de los consuelos...Un beso Esther.
¿En la foto...?
¿dónde miras...?
(y ratifico lo que ya han dicho otros: estás muy guapa)
...no parece que mires a ese prado verde lleno de esperanzas, ni a ese azul con su punto de misterio y su refrescante agua, ni a la luz que te envuelve, que tú misma irradias, y que te acompaña.
Venga..., no te hagas la remolona y date la vuelta, o mejor, da varias vueltas, y mira...
y verás lo que está esperando a que lo mires, que lo vuelvas a mirar, lo que los demás ya vemos...
en ti.
inteligencia, sensibilidad, ternura, ¿alegría?.
Perdoname el atrevimiento y entiendelo como un osado y casto beso en la mejilla. Y sobre todo gracias por tu blog, me encanta.
Pierrot
Terminaré llorando.
@ Pierrot:
Creo que Esther es muy dificil de ver,
yo cuando la vea, pediré un deseo.
:-)
un saludo.
¡Qué exagerado eres Oscar! si coincidimos en el taller hombre...
Las chicas no lloran Esther.
eso son los chicos si no recuerdo mal
Como en la peli de Brannagh, lo mas crudo del crudo invierno puede ser un páramo cruel.
No, no recuerdas mal, E.
Impresionante
Pueden visitar el siguiente enlace:
http://cuadernosdelmatematico.blogspot.com/
Publicar un comentario