domingo, noviembre 16, 2008

Cosas que pueden sucederte cuando lloras mientras conduces.

que se te empañen los cristales de las gafas,
que no tengas a mano un poema para sonarte la nariz,
que el copiloto termine también llorando,
que el resto de los conductores crean que ríes,
que tengas que dar varias vueltas a una misma rotonda hasta que aciertes con tu salida,
que suene en el equipo del coche Warning sing.

En ocasiones puede suceder, que se den todas a un tiempo.

5 comentarios:

Javier Sales Melgarejo dijo...

Ó tal vez que te creas que el limpiaparabrisas no funciona.
Ó que la carretera sea inevitablemente recta y no encuentres un cambio de sentido...
Ocurren tristes aconteceres en la red de carreteras del estado.
Un saludo.

Joseóscar dijo...

Qué felicidad y qué risa, mirar después todos esos poemas llenos de mocos. ;D

Hermoso, este post. Huir en coche para dejar atrás la tristeza, tratar de despistarla en las rotondas, aunque ella siempre tome la preferencia en los cruces.

Después dormir, soñar, despertarse y salir de casa otra vez para viajar de nuevo; entristecerse, girar, entristecerse y seguir girando, el movimiento.

La incertesa i jo dijo...

¡Qué delicia de entrada!...y pasa todo esto y muchas otras cosas.A veces cuando uno conduce la pena se apodera del cohe y asfixia.
Tortugas

Vicente Luis Mora dijo...

Excelente texto, Esther. Me ha gustado mucho. Saludos.

Esther Cabrales dijo...

Agradecida :-)

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...