Esther Cabrales (Madrid, 1973). Poeta. Ha cursado estudios de Derecho y de Filología Hispánica que jamás concluyó, porque siempre estuvo profundamente dedicada al sector financiero. Ha publicado Erosión (Renacimiento, 2017), Cuerpos (Renacimiento, 2019), Animal (Torremozas, 2021), Lengua muerta (Páramo, 2021), Mondo (Bajamar, 2024). Poemas suyos han sido incluidos en antologías nacionales, como son Rojo Dolor (Renacimiento, 2021), Distopía en femenino (Elenvés, 2023).
miércoles, junio 28, 2017
Erosión
sábado, junio 24, 2017
Carlos Frontera.
《No tiene sentido dejar de quererse. Es un disparate dejar de quererse, una 
aberración. Que hayas querido tanto y ya no. Que te hayan querido tanto y ya no.》
jueves, junio 22, 2017
Selva Negra
Ella sueña con peces
en el interior de un cubo de estaño;
con frutas dulces
que engulle y sorbe y ríe.
Sueña que salta 
a la cuerda que canta
que hace un fuego que oye 
una bomba
que parece explotar.
Ella sueña
que es fugitiva
que cruza la Selva Negra 
que se oculta en un cobertizo 
que un joven le toca los muslos
la mugre y sube
que se estremece huye 
tiembla y llora sin ser 
casi ella
casi nadie
casi nunca.
Ella sueña 
una vida de ceniza
y aquel joven 
bien podrías ser tú. 
viernes, junio 16, 2017
miércoles, junio 07, 2017
El bosque
Para comprender mi tristeza  
habría que quemar, al menos, un bosque,
devastarlo,
dejarlo sin verdes, sin ocres, sin vida.
Arruinarlo a conciencia,
destruir árboles centenarios arrasar
sin remordimientos,
a los cantores petirrojos
hacerlos volar 
erráticos 
y después,
contemplar el desastre
largamente
con ojos limpios,
contemplarlo sabiendo 
que tarde o temprano
brotará de la nada la rama
del silencio el canto,
aunque pasarán años,
lustros, décadas, 
siglos tal vez,
para cuando el bosque 
vuelva a ser bosque,
pero bosque al fin.
Obrar una alquimia
Decir la verdad tal y como la ve [el poeta]. Decirla tan bellamente, tan sorprendentemente como pueda; encender con ella su propia capacidad...
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El hombre aproximativo , de Tristán Tzara . ... un tronco de árbol puesto sobre el borde fuma todavía espesas nubes y un bosque querría pega...
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Pesa . El verano, digo. Me había reservado, con la ilusión de una niña, un par de libros de lectura. Saben de mi devoción por ciertos autore...
 
  
 
 
  
  
  
