Guardo tu voz
como quien guarda un pequeño insecto.
De vez en cuando,
si me oprime el pecho,
abro la caja
y trato de escuchar a aquella extraña criatura,
agito el pequeño habitáculo para comprobar si aún está viva,
entonces, si los hados son favorables, suena la voz,
y doy un respingo
al comprobar
que no era así como la recordaba.
Es lacónica y cansada.
Si no lo son,
y ya nunca lo serán,
cierro la caja,
con la vaga esperanza
de oírlo en sueños.
Sueños bonitos de insecto.
De patas y zumbidos
que cosquillean la memoria.
Cuaderno de apuntes de ESTHER CABRALES
Las ilustraciones que aparecen en este blog son fruto de la autora.
miércoles, marzo 23, 2016
Guardo tu voz
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un miedo dulce.
S igo creyendo que el mundo es hermoso, aún cuando todo es adverso. Porque tengo la vana convicción de que aún hay algo que podamos hacer, t...
-
El hombre aproximativo , de Tristán Tzara . ... un tronco de árbol puesto sobre el borde fuma todavía espesas nubes y un bosque querría pega...
-
T odo empezó mañana , cuando la niña rica se pregunta, mientras contempla sus dedos de porcelana qué hubiera sido de ella de haber nacido al...
No hay comentarios:
Publicar un comentario