viernes, septiembre 28, 2018

Temer


Trae octubre una terraza
en penumbra tenaz,
con vistas hacia adentro.
Sin geranios, sin gardenias,
sin pájaro cantor que alegre el día
sin ropa oreando.
Qué dulce sentencia vino
hasta aquí. Quién la dictó
que me manda y me dirige
me maneja no deja.
Con todos ustedes
una rosa blanca rota
agota de tanto dolor,
de tanta pena sin sentido.
Sin estrellas
eso es todo.
Sombra y vivir, asomarse
a la terraza de octubre.
Y tener miedo.
Temer octubre
y esta terraza
a la que me asomo.

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...