Esther Cabrales (Madrid, 1973). Poeta. Ha cursado estudios de Derecho y de Filología Hispánica que jamás concluyó, porque siempre estuvo profundamente dedicada al sector financiero. Ha publicado Erosión (Renacimiento, 2017), Cuerpos (Renacimiento, 2019), Animal (Torremozas, 2021), Lengua muerta (Páramo, 2021), Mondo (Bajamar, 2024). Poemas suyos han sido incluidos en antologías nacionales, como son Rojo Dolor (Renacimiento, 2021), Distopía en femenino (Elenvés, 2023).
jueves, diciembre 31, 2015
martes, diciembre 29, 2015
Hilo
Hay un hilo a este lado de mi cuerpo.
Aquí, mira.
El hilo, infinitamente longitudinal al camino que yo sigo, secciona dos mitades bien diferenciadas, la mía y la tuya.
A este lado del hilo estoy yo.
Tú al otro. En fin, la idea de ti.
El hilo es tan liviano que podría barrerlo una bocanada de aire caliente.
Tan frágil que yo misma podría cortarlo con los dientes como una hebra de costurera.
Y aunque es un hilo invisible para el resto,
cercena cuando trata uno de cruzarlo.
Corta pies, manos y cabezas.
Frena, hiere, mata.
No acaricia no besa no ama.
Pero no sé caminar sin él.
Pues es guía.
Es la idea de ti que me acompaña.
La idea de ti
a la que tanto amo.
La que, infinitamente, me acompaña.
lunes, diciembre 28, 2015
sábado, diciembre 26, 2015
jueves, diciembre 24, 2015
miércoles, diciembre 23, 2015
lunes, diciembre 21, 2015
Interrogatorio
Camino, cada día, a este lado de la verja.
Señoreada por los siglos.
Aún hoy me estremezco.
Recuerdo el frío.
El vaho salir de las palabras.
No había testigos.
Tan sólo, lilas.
Un momento, no.
Era diciembre.
Eso sí lo recuerdo.
Todo el mundo sabe que en diciembre no hay lilas, sino sarmientos.
Tenebrosos y retorcidos como un dolor.
Hacía frío, eso es seguro.
Aunque ella no lo sentía.
Acarreaba libros. Dos, tres. Cuadernos preciosamente garabateados, quizás.
Era bien entrada la mañana.
Prolijo el tráfico.
Ruidoso, ya saben,
esa clase de trajín de gran ciudad.
Pero ella no escuchaba nada.
Absorta en la mirada.
En el azul. En el naranja.
Ignoro lo demás.
Lo intento en vano.
Yo sólo pasaba por allí.
Fugaz.
Sí.
Bueno.
Un último y pequeño detalle.
Tal vez que
la sonrisa se hizo beso.
Y eso fue lo que, a mi juicio, la mató.
lunes, diciembre 14, 2015
sábado, diciembre 12, 2015
jueves, diciembre 10, 2015
Tengo miedo.
domingo, diciembre 06, 2015
viernes, diciembre 04, 2015
Y no sabrás...
Y no sabrás cómo son mis ganas.
Ni cómo muerdo las preocupaciones.
Nunca me verás enredar un mechón de cabello distraídamente en el recuerdo dibujando espirales.
Desconocerás mi cara de asombro frente al espejo cuando devoro tus ojos.
No entenderás lo que me duele aún aquella pérdida.
No descubrirás de qué modo acaricio fantasmas sólo con mirar.
Ni cómo, al amanecer, canto desolada.
No hallarás junto a mí una sonrisa de gato.
Tampoco contemplarás este cielo verde rosa amarillo que contemplo ahora.
No escucharás el temblor.
No sentirás la agonía.
Seguiremos siendo
unos completos desconocidos.
Respira.
miércoles, diciembre 02, 2015
martes, diciembre 01, 2015
Escribir absolutamente todo
Adonde te lleve el cabo de un hilo.
U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...

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El hombre aproximativo , de Tristán Tzara . ... un tronco de árbol puesto sobre el borde fuma todavía espesas nubes y un bosque querría pega...
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T odo empezó mañana , cuando la niña rica se pregunta, mientras contempla sus dedos de porcelana qué hubiera sido de ella de haber nacido al...