jueves, octubre 09, 2014

i.

Contemple la pomposidad de las nubes
desde un pequeño ángulo
de un tren de cercanías
y vea un reptil
de hermosísimas fauces
a punto de devorar
el comienzo del día

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...