miércoles, agosto 22, 2012

Trabajando, corrigiendo, suspirando.

Ando últimamente empeñada en concluir algo que no sé si es poema o es biografía o es nada. Algo debe ser porque habla de mí -como no podía ser de otra forma- y habla del amor y de la muerte. Y cuando lo escribo -y cuando lo corrijo- lloro como una niña que ha roto su juguete. Duele, pero también hace cosquillas y sonrío. Hay un pedazo que me gusta especialmente que habla de mi abuelo.

A mi abuelo le falta un trozo de lengua. Los cristales de sus gafas tienen nubes. Las nubes impiden que veamos sus ojos azules. Sus ojos también tienen nubes. Un bastón con cabeza de perro le ayuda a caminar. A mi abuelo le llaman don José cuando quieren sacarle los cuartos.

Me he dado cuenta de que pienso mucho en él.  Aunque no le echo de menos a él, sino a esa época que viví junto a él. Yo era pequeña. Muy pequeña. Mi familia, humilde. Muy humilde. Todo tan precioso visto desde la distancia....

Aquí sigo trabajando, corrigiendo, suspirando. A ver qué sale de todo esto.

viernes, agosto 10, 2012

Yo

Quiero decir
y quiero gritar
muchas cosas
más aún
quiero llorar
a carcajadas quiero
reír
pero apenas sale
una leve sonrisa
una gran sonrisa
puesta del revés
una sonrisa
al fin y al cabo
de payasa
con nariz brillante y verde
y blanca y roja
Quiero ser
No me basta
sólo con ser
más aún
ser.

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...