Digamos


Digamos
que vino la noche
haciendo ondas
como un mar en calma
en la quietud en las sábanas en mí.
Digamos
que vino o viene sola
para quedarse
para acariciar
con sus pestañas
mis labios de espuma
de sueño
de dulces verdades inventadas.
Digamos que viene o vendrá sola
para colgarse de mi cuello
como collar de esquirlas.
Digamos
que llega
lenta y sin ruido
llega
despacio y firme
como el poema de tu cuerpo
llega a mí.
Llega
para quedarse
eternamente
en el deseo
que nos une
que nos separa
en el sueño
eternamente
en el sueño
que para siempre
nos separa
que para siempre
nos une.

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