Descubro que al otro lado de la frontera, las flores también son bellas. No son mías. No son de nadie. Son mías. Vestido de negro vulnero la noche. Me acerco a la valla poblada de minas. El miedo me arrebata el pulso. Miro a través de la alambrada siempre distante. Nadie recoge los restos del último rendido. Aprovecho el camino, ya profanado, y escapo para convertirme en un apátrida hasta la muerte.
Esther Cabrales (Madrid, 1973). Poeta. Ha cursado estudios de Derecho y de Filología Hispánica que jamás concluyó, porque siempre estuvo profundamente dedicada al sector financiero. Ha publicado Erosión (Renacimiento, 2017), Cuerpos (Renacimiento, 2019), Animal (Torremozas, 2021), Lengua muerta (Páramo, 2021), Mondo (Bajamar, 2024). Poemas suyos han sido incluidos en antologías nacionales, como son Rojo Dolor (Renacimiento, 2021), Distopía en femenino (Elenvés, 2023).
martes, enero 26, 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Irás naciendo poco a poco
Tal vez la vida sea sólo eso. La lectura de aquel libro. Escribir un verso, probablemente mediocre. Subrayar frases hermosas con marcadore...

-
El hombre aproximativo , de Tristán Tzara . ... un tronco de árbol puesto sobre el borde fuma todavía espesas nubes y un bosque querría pega...
-
Pesa . El verano, digo. Me había reservado, con la ilusión de una niña, un par de libros de lectura. Saben de mi devoción por ciertos autore...