viernes, julio 19, 2013

Mujeres

Así sus ojos como dormidos, los sueño entre bruma. Y sueño sus labios que comprimen palabras. Ese lenguaje, a la vez delicado y feroz. Exquisito, atroz. Ese que no emerge porque no existe. No ha sido dicho por dentro. Aún no ha estallado como lo haría una flor en cualquier documental del mediodía de nubes raudas y despertares violetas azules rosas quizás delfines. Las mujeres que leo –mis mujeres-. Son sus ojos –como dormidos-. Las sueño entre bruma. Herta, furiosa. Alejandra, arcana. Marguerite, delicada. Hablo sin saber. Ignorando. Hablo y sueño.

lunes, julio 08, 2013

Ahora


Ser sed.
Otro idioma.
Quizás signifique.
Un símbolo extraño.
Lenguaje feroz.
Una muerte.
Desmembrar léxico.
El sentido.
Una partida a la nada.
Se ha marchado.

Adonde te lleve el cabo de un hilo.

U no llega a Vladimir Maiakovski no por casualidad. No es fácil toparse con ese autor siguiendo la senda aterciopelada de la impasibilidad. ...